Necesitamos Planes Estratégicos de Movilidad y género, inclusivos para todo el mundo, donde la estrategia de la política de vivienda apueste para solucionar las necesidades sociológicas
El pasado 11 de mayo, Tot Sant Cugat organizó el debate electoral en Sant Cugat del Vallès centrado en dos temas fundamentales que generan preocupación entre la ciudadanía: La movilidad y la vivienda.
En el debate intervinieron miembros de los principales partidos políticos y también personas expertas en estas materias como contrapunto a las propuestas de representantes políticos.
Blanca Moreno, socióloga y directora de la Consultoría MiT, fue una de las expertas que formó parte del debate y recalcó en su análisis la importancia de incorporar la perspectiva de género en el diseño de las ciudades, concretamente en las políticas de movilidad urbana, urbanísticas y de vivienda.
Por un lado, como recalcó Blanca Moreno, el género acontece un elemento diferenciador importante en la movilidad urbana. Las mujeres presentan patrones de movilidad más complejos que incluyen más intermodalidad y son más usuarias del transporte público. Asimismo, las mujeres experimentan una percepción diferencial de la seguridad y del miedo, que depende de varios factores como pueden ser la iluminación, el horario (nocturno o diurno), el ambiente, entre otros.
Concretamente, el Plan de medidas contra el acoso sexual al transporte público, aprobado por el Departamento de la Vicepresidencia y de Políticas Digitales y Territorio, señalaba cómo en los últimos dos años, un 43,2% de las usuarias habituales ha sufrido como mínimo alguna vez invasiones de espacio o acercamientos excesivos, y el mismo porcentaje ha estado víctima de miradas molestas, insistentes o lascivas.
Por estos motivos, cualquier política publica o Plan estratégico de Movilidad tiene que tener en cuenta estos elementos e incorporar la perspectiva de género, así como considerar la realidad otros colectivos como las personas con movilidad reducida, personas mayores o infancia, que a menudo ven condicionadas sus opciones de movilidad.
Finalmente, Blanca Moreno señaló la importancia de potenciar nuevos modelos de ciudades como las Ciudades 8-80 que sitúen las personas, las curas y la equidad en el centro. En relación con la convivencia y la vivienda, la directora de MiT, también planteó el coliving como una opción de vivienda viable para personas mayores, como modelo de convivencia y de vivienda para potenciar conexiones sociales y una experiencia de vida más común.
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