Entrevista de Blanca Moreno, socia directora de Consultoría MiT, a Femmefleur.
¿Para ti que quiere decir igualdad de género?
La igualdad se basa en el respeto a la diferencia: para mí es no masculinizar a las mujeres ni feminizar a los hombres. Es asumir que hombres y mujeres tenemos que poder desarrollarnos y tener capacidad para tomar decisiones con equidad. Hace falta que podamos ser unas buenas profesionales sin dejar de ser madres, hijas, hermanas y todo lo que deseemos ser.
Tienes experiencia profesional tanto en el ámbito público como en el privado, ¿hay diferencias respeto las políticas de género?
Si bien podemos encontrar empresas socialmente muy responsables, la administración pública es la que ha llevado el liderazgo de las políticas de género, y esto dice mucho a favor tanto de la política como de la gestión pública.
¿Qué piensas de las políticas de conciliación?
Las políticas de conciliación tienen muy buena prensa y se incluyen dentro de la responsabilidad social corporativa, pero cuando analizas las medidas de conciliación observas que son las mujeres las que se acogen y, por lo tanto, acaban siendo todavía más responsables del hogar y del trabajo.
¿Cómo afectan?
Las políticas de conciliación no son sólo para la empresa, una sociedad no es sólo la economía, detrás de las empresas deben de haber valores. La sociedad se nutre de las personas y es muy irresponsable socialmente que una mujer tenga que elegir entre hijos o trabajo.
¿Qué piensas de la discriminación positiva?
Soy partidaria de la acción positiva, pero no por sistema. Tenemos que tener las mismas oportunidades para estar, poder decidir y poder asumir espacios de liderazgo en femenino. Las mujeres necesitamos llegar al mercado de trabajo con equidad, pero sobre todo los hombres tienen que empezar a entrar a casa.
¿Cómo nos posicionamos las mujeres en el mundo laboral?
Las mujeres hemos adoptado el vestido masculino en todo. No hemos conseguido contagiar a las empresas ni a los órganos políticos y sociales con nuestra feminidad. No tenemos muchos referentes de liderazgo y acabamos reproduciendo lo que vemos, el modelo masculino laboral.
¿Cuál es tu deseo?
Mi deseo es que las políticas de género sean igual de respetadas que el resto de políticas, porque no hacerlo hace perder dinero a las empresas y a los gobiernos. Es mucho más económico y sostenible para una sociedad que ellos y ellas puedan participar desde fuera y desde dentro de manera más igualitaria.
¿Qué nos propones?
Propongo que nos tomemos la igualdad de género con seriedad. Las políticas de las empresas tienen que encaminarse a que las personas sean felices. Una de las maneras es a través de la libertad y la responsabilidad. Por ejemplo, sabemos si una empresa funciona bien analizando sus horarios, porque introduciendo pequeños cambios podemos aportar gran felicidad sin perder competitividad.
¿Por donde empezamos?
Las políticas de género han de empezar desde arriba, porque tendrán mucha más fuerza, sin embargo será desde el tú a tú que continuaremos avanzando: las mujeres tenemos que enseñar a los hombres que hay otra manera de vivir, que es muy satisfactoria y mucho más sostenible.
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